mujer y rosa
Todo estaba dispuesto: su camisón de seda color plata, sandalias recamadas en pedrería, un toque de perfume de sándalo y discretas joyas en sus orejas y cuello. El lecho vestido con la mejor lencería aguardaba su cuerpo.
Suave música invadía la habitación. Al espejo repasó el carmín de sus labios y la delicada caída de su cabello: un suspiro escapó, el momento estaba cerca.
Reclinada sobre las sábanas , ansiosa por la espera y excitada por el último trago de vino, vació el frasco de píldoras y las apuró por completo:
era un final decente y ante todo muy estético.
Todo estaba dispuesto: su camisón de seda color plata, sandalias recamadas en pedrería, un toque de perfume de sándalo y discretas joyas en sus orejas y cuello. El lecho vestido con la mejor lencería aguardaba su cuerpo.
Suave música invadía la habitación. Al espejo repasó el carmín de sus labios y la delicada caída de su cabello: un suspiro escapó, el momento estaba cerca.
Reclinada sobre las sábanas , ansiosa por la espera y excitada por el último trago de vino, vació el frasco de píldoras y las apuró por completo:
era un final decente y ante todo muy estético.
1 comentario:
Caray pero que manera de morir!!
Buen texto y muy buena sorpresa, Felicidades!!
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