martes, 17 de abril de 2007

EL MOMENTO DEL CAFÉ





¿No vas a tomar café? te pregunto sonriendo mientras la brisa de la mañana se mece en los pétalos de las hortensias.


Es el momento del juego donde tu dices no, no bebo café, y yo me burlo por dentro: en un instante el sabor de la bebida cálida y oscura estará en tus labios, luego que deleites mi boca con un beso.


Ordeno la ropa que vas a ponerte, cosas del niño que en ti habita: busco tres veces el par de medias y tres veces me dices que no son esas las que quieres, al final escoges las primeras, el juego continúa.


Te sirvo la fruta del desayuno y los dos vasos de jugo, luego me siento a contemplarte mientras degustas la naturaleza servida en un plato blanco con rayas azules en los bordes. Es un placer descubrir tus gestos lúdicos al tomar cada porción, y tu concentración en cada bocado: pienso que de esa misma manera me acaricias y me haces tuya y el deseo se eleva desde mis tobillos hasta mi boca.


Un colibrí bebe de las flores del noni, mi gata desciende de repente y maulla entre mis piernas, el perro que aún no conoces sacude bruscamente la cabeza; gestos que me sacan de mi ensoñamiento para ver ante mi la fuente intacta, tu silla vacía y y mi corazón hueco.


Mejor es seguir recogiendo tu ropa. Hace tanto que no la usas, hace tanto que permanece alli colgada, es hora de meterla en tu maleta, quizás mañana si, quizás mañana, antes de entrar a desayunar, quieras jugar a escoger las medias.

3 comentarios:

Débora Hadaza dijo...

Ay Dios!! Cómo duele la ausencia de la cotidiano, de esas pequeñas cosas, del despertar y ver el rostro develado de quien uno ama. Mujer q texto tan más cercano, como si abrieras el alma de todos, y nos vaciaras con ese hueco de taza vacía, con esa ansía de café por la mañana. Otro abrazo, mil abrazos, a ver si asi se nos escapa la soledad q nos dejaste.

MALUCILLAYCAFÉ dijo...

Es que el amor está lleno de pequeñas cosas, momentos que se van tejiendo en la convivencia diaria.
Cuando el amor nos abandona nos quedamos con una cantidad de minutos vacíos que apenas medio se llenan con los recuerdos.
Gracias por tu visita.

Débora Hadaza dijo...

Sabes? algo q extraño con toda el alma es despertar al lado de quien amo, el peso de un brazo sobre mi pecho o mi costado, el desayunar juntos, pero sobre todo el tener con quien discutir de lo q leo, jaja, cuidate, gracias por hacerme recordar, y estremecerme de nuevo ante la ausencia, algo asi como un pellizco para saber que aun sigo viva. un abrazo.