Cargo la boca seca
los dedos mudos
y la frente humedecida en el recuerdo
Juramento un abismo que me envuelve
en una ciudad que nunca fue soñada
Mis pies traslúcidos
recorren madrugadas de lluvias y neblinas,
se resbalan por la tristeza de los bordos
-Los cerros me envuelven y suspiran,
expelen en mi rostro un hálito verde y opresivo-
Duele entender que a veces
amanezco sin café
y otras
amanezco inquieta, hambrienta sin sus besos
Y no sabría decir concretamente
si me afecta más el vacío de su cuerpo
o la taza blanca que se burla limpiamente de mi insomnio
Me suspendo en su presencia
con el borde gastado de los dedos,
ave suicida
balanceándose sobre el precipicio de su cuerpo
Es que hay noches en que salvo frías soledades
bebiéndome a sorbos las ausencias,
y madrugadas largas,
añorando la candente presencia de su abrazo
3 comentarios:
Hola amiga, tiene tu poema esa nostalgia tibia de la ausencia presente, si me permitis la contradiccion. Si, nostalgioso y tierno como un trino que se quedo afuera de la primavera.
Besos Mully y que la locura no alimente odios y que la frontera sea tan solo un limite donde encontrar el abrazo.
Horacio.
la ausencia presente, tienes una manera muy acertada de interpretar mis letras, un abrazo en la distancia
la ausencia presente, tienes una manera muy acertada de interpretar mis letras, un abrazo en la distancia
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