sábado, 7 de julio de 2007

CUESTIÓN DE POSESIÓN

El artista con su modelo y su obra
Fotografía de Darío Morales en su estudio
Publicada por Revista Diners, Colombia



De que manera se puede querer dejando la vida atrapada en las palabras, pronunciadas entre el susurro de las sábanas, letras mojadas por el calor de nuestros cuerpos.

Abundan los recuerdos que me observan y se burlan de esta soledad con la que intento ordenar los minutos que se dejan caer sin piedad sobre el vacío de mi cama. Pequeños demonios que conservan el suave olor de tu cuello, la sensación de tu cabello entre mis dedos, la curva de tu espalda, el espacio perfecto para apoyar mi cabeza en tu pecho.


Sacudo las cortinas intentando desprender los gritos que se han quedado allí, en las noches en que he invocado tu nombre hasta caer rendida por el sueño.

Sobre el suelo aún pronuncian los deseos inconfesables que suscitas, mas allá del simple goce físico, la inquietud de haber encontrado mi lugar, espacio exacto para mis pequeñas y grandes cosas, tierra propicia para sembrarme, semilla perfecta para ser fecundada.

Soy el todo y soy la nada, me siembras y te nutres de mi, de alguna manera también te siembro y en ti florecen mis palabras.


Llovizna que alimenta la hoja mojada por el rocío que emana de tu vientre, sol abrasante y arcilla quebrada en la larga sequía de tu ausencia.


Tengo la certeza de haberte traspasado como al cristal, pero en el acto de poseerte extravié hasta la heredad de mi locura.

4 comentarios:

Débora Hadaza dijo...

Bravo!!

Anónimo dijo...

expresas un concepto del amor que pocos se arriesgan a manejar

Anónimo dijo...

el amor no entiende de posesiones, es entrega nada más pero como lo muestras aqui , es maravilloso

MALUCILLAYCAFÉ dijo...

el amor, el amor humano, casi siempre deriva en posesión, es el objeto amado una pertenencia que no queremos compartir, lo que ignoramos es que quien se apropia tambien es poseído por el objeto deseado