SIMBIOSIS

Prendida a su andar

anclada a su cuello entre la brisa


ansiosa de su sangre


-hambrienta,

impúdica,

sedienta-


Caminante de lúgubres desiertos

que viene a descansar de sus borrascas


Aspiraré su aliento,

beberé de su linfa,

invadiré sus callejones más oscuros,

me plantaré en todas sus esquinas


Floreceré en los pliegues de sus manos,

treparé desde su pecho hasta su boca,

como una mala hierba que todo lo cubre con sus hojas


Asentaré mi hoguera

en su vientre húmedo de guerrero vencido por la luna


Sus dedos serán diez dragones en mis pechos

y su boca

fiel escudera de esta noche perpetua


Llenaré mis vacíos con su risa,

me poblaré de su canto y de su almizcle,

y él se alimentará de mis tormentas


Seremos simbiosis de orquídea y arrayán,

remanso sereno oculto entre la selva,

ciénaga y manglar


Él,

tierra inundada en mi llovizna matutina

Yo,

madreselva brotando entre sus rocas