sábado, 2 de febrero de 2008

LA EVIDENCIA

Diría que aun te agitas
entre el recuerdo de la brisa del río
y la música empapada de vino

Es cierto que busque tus ojos
en el derrotero del olvido

Merodeando entre muchos rostros,
mordiéndome la lengua,
conteniéndome hasta el sudor
para no pronunciar tu nombre

He de admitir que mis pies intentaron alcanzar tus horizontes,
una raya borrosa entre mi dolor y tu prisa,
un límite extraviado,
perdido en la noche que dijiste basta

Vanas fueron las largas jornadas
peregrina del desierto de tu silencio

absoluto mutismo que dejó mis días sumidos en tinieblas

mentiras absurdas que provocaron el caos

armagedón quebrando mis ventanas


Ahora puedo mirarte sin oscilaciones temporales

Mostrarte la evidencia:

la mujer que te amó hoy ya no existe

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Veeess!!!!!,eeesa fue la que se bebió el vino.... hijuamadre borracha

Anónimo dijo...

Elijo a esta mujer que aún no me ama